Mi dulce superhombre

Mi dulce superhombre mexicano

Manuel Roiz Hoyuela | Gonzalo Barrena

Hoy es fácil romper la barrera moral del cristianismo, pues hemos presenciado actos de tal índole durante toda nuestra vida, y en nuestro propio territorio. Hoy, sin Franco ni franquismo, o con la fe en su Régimen resquebrajada, caminamos con soltura sobre el suelo de un Estado laico.

En el tiempo de Vivian, en cambio, los actos de afirmación personal, la lealtad al deseo, resultaba más difícil de materializar. Por eso fueron valientes y determinados sus actos sobre el cristal de los valores.

Pudo romper.

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* El concepto de Übermensch («superhombre» o más literalmente, «sobrehumano») lo construye F. Nietzsche frente a la inversión moral de los valores que reprocha al cristianismo y a la moral socrática de la «igualdad», responsabilizádoles de interceptar el salto que el hombre emprendió desde «el animal».  Reanudar esa empresa de acuerdo con la vida, la propia voluntad de poder y la individualidad, sin renuncias, conduce a la meta interrumpida de lo sobrehumano.